Muchas veces te preguntarás, como los fariseos le preguntaron a Jesús: «“¿Cuándo va a llegar el reino de Dios?”. Él les contestó: “El reino de Dios no viene aparatosamente. El reino de Dios está en medio de vosotros”» (cf Lc 17,20-21).
Ya has oído la respuesta de Jesús. Dios habita en ti y aquí tiene su dominio y aquí es donde reina. No está aquí o allá, sino dentro de ti. Si lo pensaras te llenarías de alegría y de exigencia para ser consciente del Dios que habita en ti. Claramente Jesús te dice que este Reino no está entre nosotros, sino dentro de ti.
Recibe este mensaje como una llamada a interiorizar tu vida, a vivir dentro de la casa de tu interior, en la que habita el Señor para estar contigo.
No te olvides de que tienes inmerso en tu ser a un Dios que te ama locamente y con la vivencia que hagas de su vida tienes que instaurarlo en los demás, en tu trabajo, en tu forma de vida y en todos los que te rodean. ¿Cómo? Con tus obras, con tu ejemplo. Te toca actuar. Todo depende de ti.
Sé feliz sabiendo que Dios está en ti, vive en ti y necesita que le des a conocer en todo el mundo: Dame, Señor, la sabiduría para comprender que tú estás en mí y que marcas el ritmo de mi vida. Tu Reino es vida. Tu Reino es fuerza. Tu Reino es amor y ya está en mi corazón. Gracias, Señor, por estar en mí. Que te dé a conocer para que todos entren a formar parte de tu reino de amor.
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