Actuar con conciencia de siervos

Jesús te dice cómo tienes que actuar. Como este criado, que hace lo que tiene que hacer con sentido de siervo que está bajo el dominio de su señor: «¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros; cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: “Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”» (cf Lc 17,9-10).

En muchas ocasiones te sentirás libre, pero no dudes que estás obligado a realizar tu deber, y esto no te tiene que extrañar porque te tienes que considerar como este siervo que realiza todas las funciones de criado: servir la mesa a su señor, esperar a que venga y no hacerlo para que se lo agradezcan sino porque es su deber.

Jesús vino a darte ejemplo de servicio, ejemplo de dar la vida siempre a favor de los demás antes que para sí. No puedes quedarte inactivo. Tienes que estar siempre en pleno servicio alegre, sin esperar que se te recompense, porque bien sabes que es lo que tienes que hacer y es tu deber.

¿Cómo es tu servicio? ¿Lo realizas esperando que se te reconozca tu trabajo hecho por los demás? ¿Vives convencido de tu entrega?

Aquí me tienes, Señor. Soy tu siervo inútil, deseoso de trabajar en tu Reino y entregarme al ideal de tu Evangelio. Quiero servir y darme totalmente a ti en cualquier prójimo sin esperar nada a cambio. Mi única recompensa eres tú. Aquí tienes a tu «siervo inútil».