jueves, 2 de julio de 2020

El poder de la fe



Hoy con los apóstoles le vas a pedir mucho al Señor: «Auméntanos la fe». Y el Señor nos dirá: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería» (cf Lc 17,5-6).

Este es el gran poder de la fe. Necesitas muchas dosis de fe. Necesitas adherirte con calor a la persona de Jesús. Necesitas creer y aceptar su mensaje. Necesitas un cambio de vida para enamorarte del mejor modelo que marca tu vida, que es Jesús.

Sabes que con fe tienes otra calidad de vida, una confianza inquebrantable, una experiencia del poder y bondad de Dios. Si vives con fe, podrás vencer toda clase de obstáculos y dificultades, superarás con altura todos tus contratiempos y tu actuar será fecundo. Todo se te hará fácil y estará lleno de buenos frutos. Pídele, insístele, reclámale a Jesús una y mil veces: «Auméntame la fe».

¿Cómo está el baremo de tu fe? ¿Tienes una fe ardiente y firme? ¿Sientes en ti que Jesús maneja tu vida? ¿Qué medios realizas para hacer crecer tu fe? ¿La pides con necesidad de pobre? ¿Escuchas lo que Dios indica en tu corazón? No te canses. Recábala del Señor desde tu necesidad de creer.

Señor, aumenta mi fe. Dudo, desconfío, no te amo porque mi fe es vacilante y confusa. Ayuda mi debilidad y aumenta mi fuerza en ti. ¡Señor, aumenta mi fe! Madre de los creyentes, dame la fe que necesito para experimentar la presencia de tu Hijo.

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