El fuego renovador de Jesús

Este es el deseo que Jesús te quiere comunicar hoy: «He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo!» (cf Lc 12,49).

Jesús quiere que tú tengas dentro de tu vida un fuego de amor, celo apostólico, deseo de que él sea conocido y amado, y hoy te lo expresa con un deseo fuerte: quiero que el mundo conozca el amor de mi Padre. Hoy exclama una y muchas veces: «Ven, espíritu de Jesús, llena mi corazón y enciéndelo en el fuego de tu amor», porque bien sabes que este ardor es el amor que da sentido a toda tu vida.

Pero si reflexionas, el fuego al que se refiere también Jesús es el fuego de la cruz, que lleva muchas veces a enfrentarse para buscar la paz en medio de ambientes familiares y amistosos. Si quieres ser cristiano comprometido, tienes que estar dispuesto a dejarlo todo y a seguir con entereza al Señor. Tienes que decidir, no cabe en ti ninguna neutralidad. La decisión a favor o en contra de Jesús muchas veces te hará romper la paz. Debes ser exigente contigo mismo y mostrarte tolerante con los demás.

Fuego, ardor, celo, lucha contigo mismo y paz con los demás. Este el Reino que quiere Jesús que instaures en tu vida. Que ardas en deseo de comunicar con fuerza su vida y su mensaje. Pídele ese ardor y esa fuerza para que quien esté a tu lado arda en amor de Jesús: Dame, Jesús, el fuego que tú sientes para que contagie ardor, ilusión y fuerza de comunicarte. Que luche por la paz para que tú seas conocido y amado. Contágiame tu fuego para que prenda en mi corazón.