domingo, 14 de junio de 2020

Parábola de la higuera


Hoy Jesús te deja un ejemplo de vida: la significativa parábola de la viña que nunca daba fruto y el amor de Jesús hacia ella: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo al viñador: “Córtala, ¿para qué va a perjudicar el terreno?”. Pero el viñador respondió: “Señor, déjala todavía un año más y yo cavaré alrededor, a ver si da fruto. Si no, la puedes cortar”» (cf Lc 13,6-9).

¡Qué estupenda lección la de esta parábola! Valora y admira la expresión del viñador, que en el fondo es Jesús: «Señor, déjala un año más». Él siempre está intercediendo por ti para que Dios tenga paciencia contigo. ¿Qué frutos quiere encontrar en tu vida, como en esta higuera que no produce ninguno? Tus obras de santidad, tu perfección, no una historia estéril, de mucho follaje pero sin nada de fruto.

Valora la gran paciencia de Dios sobre ti. Esta es la lección de la paciencia de Dios y de la misericordia de Jesús. Estas, a su vez, deben ser las guías que marquen tu vida en las relaciones con tus hermanos.

¿Cómo es tu vida? ¿Qué frutos das? ¿Imitas la paciencia de Dios en el trato con los demás? ¿Ayudas, construyes, amas? Dile al Señor: Gracias, Señor, por tu paciencia conmigo. Gracias por abonar con tanto cariño la higuera de mi vida. Gracias por el gran amor que me tienes. Dame paciencia para con los demás. Y que mi vida produzca el fruto que deseas. Gracias, Señor.



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