Escucha hoy las advertencias que hace Jesús a los fariseos: «Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, pero por dentro rebosáis rapiña y maldad... Con todo dad limosna de lo que tenéis dentro y tendréis todo limpio» (cf Lc 11,39).
Aprende lo que Jesús te dice: que no seas como estos fariseos y escribas que se fijaban solo en lo exterior, en el cumplimiento minucioso de las normas y no en lo esencial, en el interior. Muchas veces te tiene que reprender el Señor lo que no le gusta de ti: el fingimiento, la mentira. Él quiere de ti la verdad.
«¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley, que cargáis a los hombres cargas insoportables, mientras que vosotros no tocáis las cargas ni con uno de vuestros dedos! ¡Ay de vosotros, que edificáis mausoleos a los profetas, a quienes mataron a vuestros padres! ¡Ay de vosotros, que os habéis apoderado de la llave de la ciencia y habéis impedido entrar a los que intentaban hacerlo!» (cf Lc 11,46-52).
¿No te parecen muy duras estas palabras de Jesús? Piensa cada una de estas expresiones: ¿descuidas el amor de Dios? ¿Lo encubres de bondad y por dentro estás lleno de maldad y malos sentimientos? ¿Mereces que hoy te reprenda así el Señor? Reflexiona. Pide perdón y ayuda al Señor: Quiero, Señor, amar verdaderamente a mi prójimo y a ti con un corazón sin maldad. Quita en mí todos estos estorbos que, aunque aparezcan como signos de bondad, no tienen buen corazón. Perdona mi soberbia.
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