Jesús hoy quiere seguir aconsejándote para que tu vida esté en plenitud: «Cuidado con la levadura de los fariseos, que es la hipocresía, pues nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, ni nada oculto que no llegue a saberse» (cf Lc 12,1-3).
Dos actitudes quiere Jesús que tengas muy presentes en tu vida: la sinceridad frente a la hipocresía y la valentía para demostrar tu fe a pesar de que todo vaya en tu contra. Te tienes que mostrar como eres por dentro, pero ya sabes: para demostrar que eres justo y bueno por fuera, debes serlo por dentro; lo que parece en ti por fuera tiene que ser el reflejo de lo que vives y eres por dentro.
Nada que tengas oculto se llegará a descubrir, te dice Jesús claramente. No puedes pensar: «Ahora estoy solo». No, porque siempre te acompañará y te delatará tu conciencia, que no es otra cosa que la mirada de Dios en tu vida personal.
Estas enseñanzas duras de Jesús te tienen que hacer reflexionar: ¿qué tipo de levadura tengo en mi corazón? ¿Qué encubro bajo una capa de bondad?
Habla con el Señor y exprésale lo que sientes: Señor, guárdame de la hipocresía y falsedad de mi vida. Quiero tener muy adentro tu levadura para actuar con la sinceridad y verdad de mi corazón. Quiero mostrarme por fuera con la bondad que domine mi interior. Líbrame del mal. Madre mía, acompáñame y ayúdame en este trabajo de ser como quiere Jesús de mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario