Moniciones Domingo XX del Tiempo Ordinario-A

PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO – ANOLAIMA

DOMINGO 20 DE AGOSTO DE 2017 – XX DEL TIEMPO ORDINARIO-A

MONICIONES

ENTRADA: hermanos: nos disponemos a celebrar la Eucaristía en la que el Señor nos invita a escuchar su Palabra, a compartir su Cuerpo y Sangre, símbolos de unidad y a trabajar y construir caminos de encuentro y convivencia humana, eliminando todas las barreras, discriminaciones y prejuicios, para así poder vivir en Cristo la unidad de todos.

LECTURAS: El mensaje bíblico de este domingo es el de la mirada universal para fortalecer nuestra apertura a los otros, a los de las fronteras, a las gentes diferentes de todo tiempo y lugar, a ejemplo de Jesús.

ORACION DE FIELES

Confiados en el amor generoso y universal de Dios nuestro Padre, oremos diciendo:

PADRE DE AMOR, HAZNOS TESTIGOS FIELES DE NUESTRA FE

1. Dios Padre, que por medio de tu Hijo Jesucristo, nos llamó a ser una sola familia, superando toda división, bendice al Santo Padre Francisco y con él a toda la Iglesia, para que unidos, sirvamos a los que nos envías, oremos.

2. Bendice Padre a las autoridades, para que sepan solucionar los conflictos, no con la fuerza de las armas sino con el diálogo constructivo, oremos.

3. Acompaña con tu misericordia, Padre, a los desplazados, los migrantes, los perseguidos a causa de la justicia, para que todos logren el respeto de su vida y sus derechos, oremos.

4. Bendice a las familias, , presencia de tu amor y signo de la unidad en la Iglesia, para que tengan espacios de oración común y, unidas en la fe y la caridad, hagan de sus hogares ambientes de acogida fraterna, oremos.

5. Bendícenos Señor a nosotros, aquí presentes, que hemos escuchado: “mujer, que grande es tu fe, que se cumpla lo que deseas”, para que seamos solidarios con los excluidos y los discriminados, oremos.

Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo y fortalécelo con tu santa bendición. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

OFERTORIO: Nuestra ofrenda, como nuestras oraciones, Tú las aceptas Señor. Ponemos en tus manos, en el Altar, los esfuerzos de cada día y también nuestras esperanzas de un mundo más justo y más digno. 

COMUNIÓN: Sabemos que hay muchas personas en el mundo que están ansiando la curación y la salvación que la mujer cananea arrancó de Jesús. Nuestra fe puede lograr que oigamos las palabras de Jesús: “Que te suceda lo que pides”. Acerquémonos con absoluta confianza a recibirlo.

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