PARROQUIA NUESTRA
SEÑORA DEL ROSARIO ANOLAIMA
DOMINGO 4 DE SEPTIEMBRE DE 2016 – XXIII DEL T.O.
ENTRADA:
hermanos: al
congregarnos se renueva en el mundo la presencia del Señor. Encontramos en
nuestro tiempo muchas propuestas de sabiduría y de vida, muchas fórmulas de
autoayuda y autorrealización. Nosotros venimos a buscar esa luz y sabiduría que
solo nos da el Espíritu del Señor. Celebremos con fe la santa Eucaristía.
LECTURAS:
desde niños
hemos aprendido a amar a nuestra familia y a nuestros amigos. Pero también
hemos recibido los mensajes que nos proponen, como ideal de la vida, satisfacer
nuestras ambiciones y caprichos: tener más bienes y comodidad, lograr poder,
dinero y fama. La Palabra de Dios, que es Jesucristo, nos recuerda hoy cómo debemos
jerarquizar nuestras opciones prefiriendo el Reino de Dios a cualquier otro
valor.
ORACION UNIVERSAL
Hermanos: oremos al Padre para que nos dirija
y ayude a vivir radicalmente nuestro compromiso cristiano, renunciando a todo
lo que nos impida seguir a Jesucristo con generosa abnegación. Digamos
confiados:
SEÑOR, FORTALECE NUESTRA FE
1.
Pidamos por
la Iglesia, para que nuestra vida anuncie al mundo la relatividad de los bienes
materiales frente a los valores del reino de Dios.
2.
Roguemos por
todas las personas de buena voluntad, para que descubran el valor humanizador
del evangelio en medio de un mundo vacío de valores perdurables.
3.
Oremos por
quienes son atraídos por ideologías materialistas, por el relativismo
conformista y los fundamentalismos, para que encuentren en Dios el sentido
pleno de la vida.
4.
Roguemos por
todos nosotros, para que superando dudas y perplejidades y el miedo a las
renuncias, aceptemos el Evangelio como
camino de verdadera libertad.
Padre bondadoso, acoge nuestras súplicas.
Sabemos que siempre nos escuchas cuando te oramos unidos a Jesucristo, tu hijo
nuestro Señor.
OFRENDAS: Junto con estos dones de pan y vino que ofrecemos
al Señor, pongamos en sus manos nuestro trabajo, para que a través de éste, lo
glorifiquemos todos los días.
COMUNIÓN: Jesús presente en
la Eucaristía, nos da fuerzas para seguirlo, y nos ayuda a desprendernos
de todo aquello que nos separa de Él.
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