Moniciones Domingo XX TO - Ciclo C

PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO - ANOLAIMA

DOMINGO 14 DE AGOSTO - XX DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

MONICIONES

ENTRADA: El compromiso con el Reino de Dios no es nada fácil. Si somos fieles hasta el fin a Jesús y sus enseñanzas, tendremos que enfrentarnos a un mundo de codicias, egoísmos e injusticias que nos harán la vida difícil. Acerquémonos a Dios y pidamos su gracia y su amor.

LECTURAS: La tarea del cristiano es hacer el bien, sembrar la justicia y prac­ticar la fraternidad; pero estas actitudes no siempre son bien aco­gidas y, con frecuencia, encuentran el rechazo y la persecución. Pero el cristiano permanece fiel, sin que nada ni nadie pueda apartarlo de su decisión de servir a Dios y al prójimo.

ORACIÓN DE LOS FIELES

Dios nuestro Padre siempre está  atento a nuestras necesidades, especialmente cuando los problemas nos hacen difícil el camino ­por eso acudimos ahora a El con nuestras súplicas, diciendo:

PADRE DE AMOR, ESCÚCHANOS

1.      Para que la Iglesia se sienta fortalecida con el testimonio de quienes han dado su vida en el servicio a Dios y a los hombres. Oremos.

2.      Por los cristianos que sufren persecución a causa de su fidelidad al Evangelio, para que permanezcan firmes en la adversidad. Oremos.

3.      Por los que son víctimas de la codicia, para que comprendan que las personas valemos por lo que somos, no por lo que tenemos. Oremos.

4.      Para que nuestra comunidad parroquial encuentre la paz evan­gélica, consciente de que esa paz no significa ausencia de con­flictos. Oremos.

5.      Por los que sufren el dolor en su cuerpo y en su alma, para que nuestras palabras y acciones, animadas por el amor y la misericordia de Dios, ayuden a calmar y sanar las heridas. Oremos.

Que nuestra confianza en Ti no quede defraudada Padre, pues Tú eres nuestro Dios y Señor. Todo esto te lo pedimos por tu Hijo Jesucristo.

OFRENDAS: Te presentamos Señor, nuestras vidas, nuestras angustias y alegrías. Confiados en Ti Señor, dejamos en el Altar nuestra ofrenda, que se convertirá por tu gracia en Cuerpo y Sangre para nuestra Salud corporal y espiritual.

COMUNIÓN: Estamos llamados a comulgar el cuerpo y sangre de Jesús, y salir a dar testimonio con nuestras palabras, nuestras acciones y nuestra propia vida, de que tan solo el amor de Dios es la respuesta a tanta destrucción, odio y mentira de nuestro mundo.

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