sábado, 18 de junio de 2016

Catequesis Bíblica # 1. La Biblia tiene su historia


A muchos nos gusta saber cuál es el origen de tal o cual personaje, objeto, edificación o costumbre. Pues yo estoy seguro que esta historia también te interesará. La historia de amor entre Dios y los hombres.
Tal vez te has preguntado ¿quién se inventó la Biblia? Acaso, ¿la Biblia apareció como por arte de magia? o, si has visto alguno de los documentales que hablan de la Biblia, te has cuestionado sobre su origen misterioso, etc.

Pues bien, al acercarnos a la Biblia, nos estamos acercando a la historia de un pueblo; no un pueblo cualquiera, pero tampoco muy diferente al pueblo o la nación en la que tu o yo nacimos y actualmente vivimos. Un pueblo en el cual vivían buenos y malos, creyentes y no tan creyentes.

La Biblia no es una narración periodística de una serie de acontecimientos, ni la exposición científica de lo que le aconteció a un pueblo (el pueblo hebreo). La Biblia surgió como una necesidad; la necesidad de transmitir la experiencia que el pueblo vivió con Dios. Por esto la llamamos Palabra de Dios, porque es un conjunto de libros que nos cuentan cómo se fue dando esa relación entre Dios y los hombres.

Una historia que inició en un pueblo, terminó siendo la historia de todo el género humano. No hay ninguna historia tan cercana, por no decir tan íntima al hombre como la historia que encontramos en la Biblia. Si quieres sentirte identificado y tocado por un libro, te recomiendo que empieces ya a leer la Biblia.

Toda historia tiene, un momento, un lugar, unos hechos y unos personajes que hacen posible que el cuento sea digno de ser contado. Así también nuestra Biblia. Nuestra historia sagrada, tiene un momento, un lugar y unos personajes. Hacia el año 1.000 a.C. empezaron a escribirse los primeros textos que más tarde serían reunidos para conformar los libros que contiene la Biblia. Es el pueblo hebreo que experimenta “de primera mano” al Dios verdadero, así que la historia se transmite de padres a hijos de manera oral y luego, por la necesidad de mantener viva cada experiencia y para que no se perdiera el contenido que hacía especial dicha historia, algunos miembros del pueblo, empiezan a escribirla.  Personajes y hechos en la Biblia es lo que abunda. El paso del mar Rojo encabezado por Moisés, por ejemplo, es una historia muy bella y recordada por nosotros los creyentes.
Para concluir esta breve catequesis, dejemos claro que la Biblia:

a.       Nació de la necesidad de transmitir la más hermosa historia de amor; la historia de amor entre Dios y el hombre.
b.      Tardó siglos en terminarse, pues fue recogiendo las experiencias del pueblo con Dios.
c.      Como toda historia, la de la Biblia cuenta la experiencia vivida  por un pueblo en un lugar y un tiempo concreto.

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