Entrar por la puerta estrecha

Una advertencia te da Jesús hoy: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán» (cf Lc 13,24).

Sí, si quieres pertenecer al reino de Dios, no tienes más remedio que esforzarte, como bien te dice Jesús hoy. Sabes que el camino no es fácil, pero tienes que actuar con energía, no puedes ser cobarde. De los valientes y de los que se esfuerzan es el reino de los cielos.

Hoy Jesús te reclama el esfuerzo, la lucha frente a todo lo que no va con su camino: tu comodidad, tu pereza, tus desilusiones. No puedes quedarte atrás y perder la batalla de tu vida. No puedes enfriarte en el amor a Dios, porque muchos te adelantarán en el trabajo de conseguir el Reino.

Ya desde ahora debes dirigir tu corazón a buscar el verdadero camino del Reino con esfuerzo, con ilusión y con mucha vida. Considera hoy cómo andas de energía, esfuerzo y trabajo por el Señor: ¿te esfuerzas por él? ¿Sabes en ti cuál es la puerta estrecha que te conduce a la vida de Dios? ¿De qué tienes que prescindir en tu vida para entrar en el corazón de Dios? ¿Qué luchas y esfuerzos realizas en tu vida de cristiano comprometido? Habla con el Señor acerca de tu vida: Señor, muchas veces no me esfuerzo, me dejo llevar por mis comodidades y gustos y no sé lo que es entrar por la puerta estrecha para ir a ti. Dame la energía, la seguridad y la confianza en ti para que luche por conseguir tu Reino y pueda acercar a muchas personas a tu corazón. Madre mía, sé tú mi fuerza.