viernes, 5 de junio de 2020

Elogio a la Madre de Jesús

 

Mientras él hablaba estas cosas, aconteció que una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo: «Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron». Pero él dijo: «Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen» (cf Lc 11,27-28).

¡Qué magnífica alabanza hace Jesús a su Madre María ante la exclamación de una buena mujer! Señala a su Madre con el verdadero sentido de valorar la maternidad que Dios le ofrece.

María ya profetizó de sí misma que todas las generaciones la proclamarían bienaventurada, y realmente esta profecía se ha cumplido y se cumplirá hasta el final de los tiempos. Ella fue elegida entre todas las mujeres para ser madre del Redentor y para ser adornada con todas las gracias y privilegios que corresponden a la maternidad de María.

Tú hoy debes llamarla y decirle: bienaventurada, feliz, gloriosa. No dejes de cantar a la Madre de Dios y aprende las lecciones que Jesús dice de su Madre. Es feliz porque escucha las insinuaciones de Dios en ella, porque las pone en práctica, porque es fiel siguiendo el camino de Dios. Canta a María fomentando en ti una verdadera devoción hacia ella: Te pido, María, mi mejor madre, que sepa cantarte, imitarte, oírte e invocarte como «vida, dulzura y esperanza nuestra». Que imite siempre tu fidelidad.


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