PARROQUIA
NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO – ANOLAIMA
ULTIMO
DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – NOVIEMBRE 26 DE 2017
NUESTRO
SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO
MONICIONES
ENTRADA: Hermanos: la Iglesia celebra hoy
la solemnidad de Jesucristo Rey universal. En medio de un mundo que rinde culto
al dinero, al poder, a la fama y las apariencias, proclamamos que el verdadero
Rey Mesías es el siervo de Dios, Jesucristo nuestro Pastor que nos invita a
reinar con Él si cargamos su cruz.
LECTURAS: El Rey Mesías que anunciaron los
profetas es un Pastor que viene en busca de las ovejas dispersas y extraviadas,
incluso enfermas y heridas. Con Él, todos somos llamados a revivir en vida
gloriosa. Escuchemos atentos.
ORACION
DE FIELES
Unidos a Jesucristo, Rey
Universal, dirijamos al Padre Dios nuestras plegarias diciendo:
PADRE,
ESCUCHA NUESTRAS SÚPLICAS
1.
Por todos los pueblos de la Tierra para que
en la diversidad de sus culturas acepten el llamado de Cristo para unirse en
una nueva humanidad, roguemos al Señor.
2.
Por la Iglesia diseminada por el mundo, por
nuestra Diócesis y nuestra Parroquia para que por nuestro amor y servicio a los
hermanos y el testimonio de la verdad, el mundo reconozca que somos servidores
de Cristo Rey, roguemos la Señor.
3.
Por nuestros hermanos
enfermos y todos los que sufren para que tengan alivio y comprendan que su vida
vale mucho ante Dios, y que siendo fieles en el dolor, como Cristo, ellos están
purificando al mundo para vivir los valores del Reino, roguemos al Señor.
4.
Por quienes gobiernan
nuestras naciones, y por todos los que lideran nuestras comunidades para que no
busquen solo satisfacer sus ambiciones e intereses y los de sus grupos, sino en
el bien de todos, en especial los más vulnerables, roguemos al Señor.
5.
Por todos los que hoy estamos reunidos por
Cristo, con Él y en Él, para que comprendamos que servir a los demás es servir
a Cristo y que servir a Cristo es reinar, roguemos
al Señor.
Padre celestial, queremos que venga tu Reino
por medio de tu Hijo Jesucristo, Rey del Universo. Te pedimos que escuches
nuestra súplica, no por nuestros méritos sino por tu Hijo, Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
OFERTORIO: Al que
es nuestro rey y pastor, llevémosle los frutos de nuestro trabajo representados
con este pan y vino, junto con el sincero propósito de ocuparnos de las
necesidades del hermano.
COMUNION: Sintámonos dichosos por ser invitados una vez más a la mesa del
Señor… Participar en la eucaristía es la mejor garantía y el más precioso
anticipo de esa vida plena y feliz a la que todos aspiramos.
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