PARROQUIA
NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO – ANOLAIMA
DOMINGO
19 DE NOVIEMBRE DE 2017 – XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO
MONICIONES
ENTRADA: Nos reunimos para compartir la
Palabra de Dios en palabras humanas y en alimento de Pan y Vino. Si nos dejamos
iluminar por Cristo, vamos a comprender cuánto vale nuestra vida y cómo puede
servir al designio amoroso de Dios. Somos invitados para que seamos buenos
servidores del Reino de Dios.
LECTURAS: Dios nos llama a valorar los dones que hemos
recibido, sea en lo material, en capacidades u oportunidades para hacerlos
fructificar. No quiere que seamos siervos inútiles o perezosos; quiere que
demos buenos frutos para presentar al Señor.
ORACION
DE FIELES
Unámonos, hermanos, en oración a nuestro
Padre Dios por nosotros, por la santa Iglesia y por todas las personas a
quienes Jesús llama a su rebaño, diciendo:
PADRE,
TEN PIEDAD Y ESCÚCHANOS
1.
Por todos aquellos que se sienten
menospreciados, rechazados y temerosos en su vida, para que escuchen el llamado
del buen Pastor para unirse a su redil. Oremos.
2.
Por la Santa Iglesia, por el Papa Francisco y
por nuestra Iglesia diocesana presidida por nuestro Obispo Héctor Julio López,
para que sepamos salir en busca de las ovejas dispersas y extraviadas, y con la
Palabra y el testimonio las atraigamos al seguimiento de Jesucristo. Oremos.
3.
Por nuestros hermanos que nos han precedido
en el paso de la muerte para que transformados en humanidad gloriosa gocen con
Cristo la felicidad que Él nos ha prometido. Oremos.
4.
Por aquellos de entre nosotros que están
agobiados por la enfermedad, la injusticia, la violencia y tantos otros
sufrimientos para que la palabra y la presencia del Señor los alivie y
fortalezca y recuperen el entusiasmo y la autoestima para no desperdiciar ninguno
de sus días y sus talentos. Oremos.
Padres, confiamos en Ti porque sabemos que
siempre nos amas y nos escuchas, te presentamos etas súplicas unidos a Cristo,
tu Hijo, quien vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
OFERTORIO: Presentemos al Señor nuestros dones de pan y de
vino fruto de nuestro trabajo. El, con su infinito amor, los convertirá en
cuerpo y sangre de su amadísimo hijo, Presencia sacramental de Jesucristo
vivo entre nosotros.
COMUNION:
Una vez reconciliados con Cristo y habiendo participado del Sacrificio
Santo del altar, comamos el alimento que el mismo Jesucristo nos da y que es su
propio cuerpo para poder participar un día con el de la vida eterna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario