viernes, 24 de marzo de 2017

Moniciones IV Domingo de Cuaresma - A

PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO – ANOLAIMA
DOMINGO 26 DE MARZO – 4° DE CUARESMA  CICLO A

MONICIONES

ENTRADA: En la celebración de hoy, el Señor nos propone hacer nuestra la experiencia del ciego de nacimiento; de alguna manera, somos ciegos. Pasamos unos junto a otros y no nos vemos. El problema no es de nuestros ojos, sino del corazón. Es una alegría poder acudir con sencillez a Jesús y decirle: «Creo, Señor». Él nos dará un corazón y una mirada nueva. Con esta confianza comenzamos la Eucaristía.

LECTURAS: El drama de la luz y las tinieblas es uno de los favoritos del evangelio de Juan. Luz y tinieblas en permanente lucha. El Evangelio de hoy es una pequeña victoria de la luz. El ciego de nacimiento tiene que encontrarse con la luz, dejarse guiar, reconocer su ceguera y creer. Escuchemos la Palabra de Dios para no quedarnos en la ceguera y la oscuridad.

ORACIÓN DE LOS FIELES

Con la esperanza que nos da la fe en la Palabra de Dios, dirijamos nuestra oración al Padre, unidos a Cristo.

ABRE NUESTROS OJOS, SEÑOR, PARA QUE PODAMOS VERTE

  1.     Oremos por la Iglesia, por todos los bautizados, para que podamos mirar a nuestros hermanos con la fuerza, la ternura y la comprensión de Jesús. OREMOS.

  2.     Oremos por los pueblos que viven en tinieblas, sin una paz estable, para que les llegue la luz de la justicia y la concordia. OREMOS.

  3.     Oremos por los miembros de nuestra comunidad que ya no pueden venir por encontrarse enfermos o incapacitados; oremos por los invidentes y los que sufren minusvalías, para que encuentren el respeto, la estima y la ayuda que necesitan. OREMOS.

  4.     Oremos también, por los ciegos en el espíritu, para que puedan comprender la verdad de su existencia abriéndose a los profundos interrogantes de la vida. OREMOS.

  5.     Oremos por los que estamos celebrando la Eucaristía, celebración de nuestra fe, que sea realmente fuente de luz y de liberación, como lo fue para el ciego el encuentro con Jesús. OREMOS.

Ilumina, Señor, nuestro espíritu con la luz de tu verdad y enciende nuestro corazón con el fuego de tu amor, para que seamos testigos de Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

OFERTORIO: Recibir este alimento nos llena de luz interior. Y con ella vemos al estilo de Dios. Danos Señor tus ojos y tu mirada para recrear a todas las cosas y a todas las personas.


COMUNION: Vamos a alimentarnos con el pan de vida. Jesús mismo se nos ofrece como alimento. La comunión con Jesús nos ayuda a ver en profundidad y a ser hijos de la luz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada