Moniciones Domingo V Ordinario - Ciclo A

PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO – ANOLAIMA

DOMINGO 5 DE FEBRERO – V ORDINARIO A

MONICIONES

ENTRADA: Hermanos: hoy Jesús nos dice que somos la sal y la luz del mundo, y que no se enciende una vela para ocultarla, sino para que alumbre a todos los de la casa. No se puede decir mejor, ni en menos palabras, cuál es nuestra labor: llevar la Luz de Dios al mundo, hacer que brille esa Luz, repartirla y transmitirla. Ojalá que alumbren así nuestras obras y sean estímulo para muchos. Sean todos bienvenidos a esta celebración.

LECTURAS: Seguir a Jesús lleva consigo la decisión de transformar el mundo, las situaciones concretas donde se desenvuelve la vida humana; así, ser sal y luz del mundo, son signos de nuestra identidad cristiana, una identidad que nunca puede olvidar la referencia a la comunidad, a los hermanos.

ORACIÓN DE LOS FIELES

A Ti, Dios Padre del amor, te hacemos presente nuestras necesidades; atiéndelas con bondad y misericordia, como siempre haces con tus hijos. por eso nos dirigimos a Ti, diciendo:

¡SEÑOR, DANOS TU LUZ!

1.      Para que la Iglesia trabaje con ahínco, sin cansarse, por valorar a las personas, por reconocer su dignidad de hijos de Dios. Oremos.

2.    Para que los cristianos seamos luz en la oscuridad de cuantos nos rodean, para que estemos cerca de los que sufren. Oremos. 

3.    Para que llegue al corazón de muchos el deseo de una paz verdadera, de la paz que nace de la justicia. Oremos.

4.    Para que en nuestra comunidad parroquial descubramos que la grandeza de la fe no la da nuestras palabras, sino el Espíritu de Dios, que cambia al mundo y a las personas. Oremos.

Danos tu Luz, Señor, que vivimos aún rodeados de tinieblas y que nuestra vida tenga el sabor de tu Palabra para contagiar a quienes viven una vida sin sentido. Por Jesucristo nuestro Señor.

OFERTORIO: Unidos a este pan y vino convirtámonos en ofrenda agradable al Padre, para poder  encontrar y compartir, el sentido de nuestra existencia cristiana, que es amar y servir al prójimo.

COMUNION: Que al recibir a Cristo eucaristía, nos convirtamos en signos de su presencia salvadora a través de la ayuda y comprensión mutua.

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