Moniciones Domingo XVII - Ciclo C

DOMINGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO C

JULIO 24 DE 2016

MONICIONES

ENTRADA: Para nosotros la Comunidad Cristiana, la Iglesia, es escuela de oración. En cada celebración eucarística dirigimos al Señor nuestra oración de petición, de alabanza, de gratitud.

Pedimos al Señor, en esta Eucaristía, que nuestra oración sea desde la confianza en Él y la perseverancia. Siempre nos regalará la fuerza del Espíritu Santo para que se haga su Reino y aceptemos su voluntad

LECTURAS: Jesús oraba con frecuencia y sus discípulos le piden que les enseñe a orar. La clave de su enseñanza sobre la oración está en vivir a Dios como Padre. Jesús nos invita a ser constantes y confiados a la hora de orar a  Dios Padre Nuestro.

ORACIÓN DE FIELES

Nos dirigimos a Dios “hablando con Él, cara a cara, como un hombre con su amigo”. Confiados como hijos que somos, digamos:

PADRE, ESCÚCHANOS.

1.     Por todos los que formamos la Iglesia para que valoremos la oración como alimento y expresión de nuestra fidelidad a Jesucristo. Oremos.

2.     Por todos los ciudadanos de todos los países para que la experiencia de amistad con Dios nos lleve a escucharnos los unos a los otros, y fomente una convivencia más pacífica entre todos. Oremos.

3.     Por todos los “cansados y agobiados” por las preocupaciones y problemas de cada día, para que la vida nueva que brota de la amistad con Jesús dé sentido a lo que están viviendo. Oremos.

4.     Por nuestra comunidad parroquial, para que el diálogo de amistad con Dios sea central e insistente, y nos lleve a una sincera caridad fraterna hacia todos. Oremos.

Padre nuestro, al hablar contigo te presentamos todas nuestras necesidades. Que Tu misericordia nos impulse a amar a todos sin rechazar, ni excluir a nadie. Por Jesucristo, nuestro Señor.

OFERTORIO: el Pan y el vino que te presentamos, unido a nuestra ofrenda económica, sostienen la misión de la Iglesia. Nuestra ofrenda es una manera de agradecer  tu inmenso amor y misericordia con nosotros.

COMUNION: en la mesa del Altar, por las palabras y las manos del Sacerdote, Jesús se ha hecho Pan para que nosotros nos alimentemos de Él. Acerquémonos a recibirlo con fe y amor y dejemos que Él se quede en nosotros en todo momento de nuestra vida.