ASCENCIÓN DEL SEÑOR
MAYO 8 DE 2016
MONICIONES
ENTRADA: Hoy celebramos la Ascensión de Jesús
al Cielo, ahora glorificado, está junto al Padre. Ahora nosotros como sus
discípulos, debemos ejercer nuestra misión de testigos, con la fuerza del
Espíritu Santo.
LECTURAS: Las lecturas que vamos a escuchar nos
acercan al Misterio de la Ascensión del Señor. Su misión, la sigue llevando
adelante su cuerpo visible que es la Iglesia. Hoy, Jesús, sube al cielo: ha
cumplido, ha vencido, ha ganado y, ahora, va camino del abrazo del Padre.
Escuchemos con atención.
ORACION DE FIELES
Pongamos, hermanos, nuestra mirada en Jesús, nuestro gran sacerdote, que
ha atravesado el cielo para interceder por nosotros, y pidámosle por las
necesidades de todos los hombres.
REY VENCEDOR, ESCUCHANOS.
1. Para que Cristo, desde el trono de su gloria, venga en ayuda de su
Iglesia, que lucha en medio de las dificultades del mundo, y no permita que sus
fieles se dejen cautivar por los bienes de la tierra, Roguemos al Señor.
2. Para que Jesús, el Señor, que prometió que, al ser elevado sobre la
tierra, atraería a todos hacia sí, revele su nombre a los hombres que aún no lo
conocen, Roguemos al Señor.
3. Para que el Señor, que con su triunfo
ha glorificado nuestra carne colocándola cerca de Dios Padre, llene de
esperanza a los que sufren enfermedades en el cuerpo o angustias en el
Espíritu, Roguemos al Señor.
4. Para que el Señor, elevado al cielo, nos envíe el Espíritu Santo, para
que nos enseñe a amar los bienes de arriba y a no dejarnos cautivar por las
cosas de la tierra, Roguemos al Señor.
5. Por las personas de buena voluntad, que entregan su vida por el
Evangelio, para que celebren con fe y esperanza la alegría de la Ascensión y
permanezcan con el corazón dispuesto a la espera del Espíritu que viene.
Roguemos al Señor.
Dios, padre todopoderoso, que has resucitado a Cristo, tu Hijo, y lo has
hecho Señor del universo, reconoce la vez de tu amado en las oraciones de la
Iglesia y concédenos lo que, con fe, te
hemos pedido. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso,
por los siglos de los siglos.
OFERTORIO: Acercamos al altar
los dones eucarísticos que nos servirán de alimento, junto al compromiso de
hacer presente al Señor en nuestra vida cotidiana, desde el servicio hasta el
testimonio, siendo así verdaderos testigos suyos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario