CUARTO DOMINGO DE CUARESMA
MARZO 6 DE 2016
MONICIONES
ENTRADA: Hermanos, con la alegría propia de este cuarto
Domingo de Cuaresma, porque se acerca la Pascua, y en el contexto del Año de la
Misericordia, dispongámonos a escuchar de manera personal la invitación a volver a la casa paterna y vivir como
hermanos la fiesta de la reconciliación, que el mismo Dios Padre nos ha
preparado en su hijo Jesucristo.
LECTURAS: La
Palabra de Dios nos presenta el dinamismo de la alegría de sentir y de saber
que “el Evangelio de la Misericordia divina en Jesucristo es lo mejor que se
nos puede decir y lo mejor que podemos escuchar, porque nos transforma y
transforma nuestro mundo a través de la gloria de Dios en su graciosa
misericordia”. Escuchemos con fe y esperanza.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Elevemos nuestra súplica a Dios Padre que nos trata con misericordia y
sabe nuestras necesidades, y digámosle confiados:
TE ROGAMOS, ÓYENOS
1. Por la Iglesia. Llamada a ser instrumento de salvación y de concordia
entre todos los pueblos, para que durante la celebración del Año Jubilar, se
comprometa aún más en el anuncio de la Misericordia, Oremos.
2. Por los gobernantes de las naciones,
encargados de regir el progreso y el bienestar de los pueblos, para que
no escatimen esfuerzos en la búsqueda de la paz y la justicia, Oremos.
3. Por quienes causan grandes males a la sociedad, para que crezca en ellos
el deseo de la conversión y busquen acogerse a la misericordia y perdón de Dios, Oremos.
4. Por todos los que participamos en esta celebración, para que alimentados
por la Palabra y al Eucaristía progresemos en la santidad y crezcamos en la conciencia
de ser hijos amados de Dios, Oremos.
5. Por los enfermos, los pobres, los desplazados y desamparados, para que
nuestra caridad, especialmente en este tiempo de Cuaresma, no se haga esperar y
sientan la presencia amorosa de Dios a través nuestro, oremos.
Dios Padre, lleno de amor y de misericordia, escucha nuestra súplica
confiada, y aviva en nosotros el deseo de agradarte cada vez más. Por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
OFRENDAS: Nuestra vida sólo tiene sentido si está unida a la de nuestro
redentor. Presentémosle al Señor nuestras humildes ofrendas, junto con el
sincero propósito de querer agradarle en todo
COMUNION: Al
unirnos en comunión con Cristo, pidámosle que renueve nuestra fe, aumente
nuestra esperanza y nos afirme en la caridad. Sólo de esta manera podremos
vivir en armonía con Dios y con nuestro prójimo.
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