DOMINGO 2 DE JULIO DE 2017 – XIII DEL TIEMPO ORDINARIO – A
MONICIONES
ENTRADA:
Hermanos y hermanas:
nos hemos congregado para reconocer a primacía de Jesús en nuestra vida, para
acogerlo como Palabra y Pan de Vida, para agradecer las bendiciones que nos da
y para hacernos bendición para nuestros hermanos. Que ellos puedan vernos como
hombres y mujeres de Dios. Participemos alegres en esta celebración.
LECTURAS:
La Palabra
de Dios nos hace hoy un llamado para que acojamos a Dios que viene a nuestro
encuentro para llenarnos con su bendición. Reconozcamos su paso entre nosotros
y abramos las puertas de nuestra vida para acoger a los hermanos. Invoquemos al
Espíritu Santo para que nos ayude a recibir con gozo y humildad la Palabra de
Dios. Escuchemos.
ORACIÓN DE FIELES
Presentemos
nuestras oraciones al Padre, que es rico en misericordia, y que está siempre dispuesto
a atender las súplicas de quienes lo invocan confiada y filialmente. Dirijámonos
a Él diciendo:
QUE
LLEGUE A NOSOTROS TU BENDICIÓN, SEÑOR
1.
Oremos por el Papa Francisco. Para que su próxima visita a nuestro
país, nos llene de esperanza y nos anime como creyentes a dar el primer paso
para iluminar con la alegría del Evangelio el camino para construir la nación
que todos queremos. Oremos.
2.
Oremos por la Iglesia en Colombia.
Para que
Obispos, Presbíteros, Diáconos, religiosos y religiosas y comunidad creyente,
seamos testigos de esperanza para nuestros compatriotas, no solo con las palabras
sino con gestos de acogida
misericordiosa. Oremos.
3.
Oremos por nuestras autoridades. Para que dejando a un lado
intereses personales y pensando en el bien común, emprendan iniciativas que
reúnan los esfuerzos de todos para la construcción de un país justo, equitativo
y con oportunidades para todos. Oremos.
4.
Oremos por los que sufren,
especialmente por aquellos heridos por las distintas formas de violencia. Para que sepamos ser para ellos
la presencia de Dios que se acerca a ellos para vendar sus heridas y ayudarles
a levantarse para contribuir a hacer de este país, un lugar reconciliado y en
paz. Oremos.
5.
Oremos por nuestra comunidad
parroquial. Para que a la luz del Evangelio nos comprometamos, a partir
de la familia, a ser casas abiertas al paso de Dios y a atender a las necesidades de nuestros hermanos con
sensibilidad y eficiencia cristiana. Oremos.
Padre bueno, que no dejas de
velar por nosotros, atiende las plegarias que te presentamos confiadamente. Por
Jesucristo nuestro Señor.
OFERTORIO: Un
detalle humano: Jesús sabe lo que se agradece en un día de calor o después de
un camino largo un vaso de agua. Él mismo, junto al pozo de Jacob, pidió a la mujer
samaritana que le diera de beber.
COMUNIÓN:
En cada Eucaristía aprendemos y ejercemos simbólicamente la
hospitalidad. Realizamos un gesto de paz con los más cercanos, antes de acudir
a comulgar con Cristo. Es el símbolo de que también fuera de la Misa queremos ser
acogedores y universales.
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